Techos continuos y falsos techos

En este post nos referiremos al aislamiento acústico de techos continuos y falsos techos. Los primeros tienen unas características muy concretas y cumplen con funciones específicas.

Entre sus cometidos, destaca la mejora del aislamiento acústico y térmico, una optimización que resultará beneficiosa tanto para el usuario como para sus vecinos.

Los techos continuos también cumplen con otras funciones, como es la ocultación de sistemas eléctricos o de instalaciones hidráulicas, de climatización...

Otra de las opciones que presentan este tipo de estructuras, es su disposición para disimular techos deteriorados.

Antes que remozar un techo perteneciente a la arquitectura del edificio, se prefiere la disposición de un techo corrido o continuo. Los techos de este tipo están constituidos por paneles de pladur o bien de escayola, pudiendo simular falsos techos. Los falsos techos también son continuos, aunque en realidad el concepto de falso techo se extiende hasta los techos registrables.

La mejora de la acústica en los falsos techos se consigue mediante la asociación de dos elementos: por un lado, la composición del propio material del techo, y por el otro, materiales que pueden adherírsele. La absorción acústica propiciará impedir ecos y reverberaciones.

Las escalas de absorción acústica se facilitan mediante letras, desde la A hasta la D. Los elementos con una clasificación A disfrutan de una gran absorbencia, mientras que los categorizados con D, poseen la menor absorción acústica, y por tanto son menos interesantes para el aislamiento de falsos techos.

Otra de las ventajas de los falsos techos, sean o no continuos, es que ayudan a mantener el fuego a raya en caso de incendios, algo fundamental cuando existen instalaciones eléctricas adosadas a los paramentos, especialmente al techo. La resistencia es otra de los beneficios que se obtiene con los falsos techos.

Los techos registrables (otra versión en el ámbito de los falsos techos), poseen características muy concretas, y pueden disponerse de acuerdo a diferentes materiales aislantes.

Las placas de fibra mineral son versátiles, puesto que aíslan de varios elementos: ruido, fuego y humedad. Por su parte, las láminas de yeso y fibra de vidrio ofrecen sobre todo cualidades ignífugas, lo que no quiere decir que puedan servir para aislar acústicamente.

En cualquier caso, lo importante es llevar a cabo los trabajos ayudándose de profesionales acostumbrados al tratamiento de cualquier material acústico.

Los profesionales de la insonorización se encargarán de hacer un plan tras evaluar muchos factores que se escapan a las personas no especializadas.

Con el fin de optimizar al máximo su espacio, acondicionarlo y evitar ruidos y molestias, contáctenos. Le brindaremos información sobre precios, tarifas y, por supuesto, sobre los mejores materiales de aislamiento.

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